La lucha de un activista indio contra las minas de carbón que destruyen el bosque
Pese al éxito de su campaña para proteger la biodiversidad y la población del inmenso bosque de Hasdeo Aranya, en el centro de India, el activista Alok Shukla promete continuar su batalla contra la industria minera.
"La finalidad de nuestra lucha es que no se abran aquí más minas ni se derriben más árboles", afirma a la AFP el defensor de los bosques, recompensado el lunes con el premio Goldman por su compromiso en favor de la protección del medio ambiente.
El activista, de 45 años, lleva 10 luchando en el estado de Chhattisgahr (centro) contra la explotación de una de las mayores reservas subterráneas de carbón del país por parte de conglomerados mineros, entre ellos el del magnate indio Gautam Adani, segunda fortuna de Asia.
El subsuelo de Hasdeo Aranya contiene poco más de 5.000 millones de toneladas de carbón, un maná que excita la codicia de los industriales.
En 2021, después de numerosas marchas, manifestaciones, presiones sobre los diputados y batallas judiciales orquestadas por Shukla, se salvaron unas 180.000 hectáreas del bosque de Hasdeo, que iban a ser arrasadas y reemplazadas por una mina de carbón a cielo abierto.
El gobierno indio finalmente creó una reserva de elefantes en esta zona forestal del tamaño de Londres. Se cerraron 17 minas.
"La anulación de estos planes fue un gran éxito", se felicita Shukla, en el distrito de Korba donde tiene su sede.
Pero la guerra está lejos de ser ganada contra el feroz apetito de los conglomerados mineros, que hacen caso omiso de la preservación de los bosques, la fauna y los miles de personas que dependen de ella.
Grandes extensiones de bosques alrededor de la reserva de elefantes siguen destinadas a la minería, donde cinco sitios están inactivos, pero un sexto, operativo y perteneciente al grupo Adani, tiene previsto ampliarse.
Esta expansión, que obtuvo el visto bueno del gobierno de Chhattisgarh en 2022, amenaza la existencia de la aldea forestal de Parsa, cuyos habitantes, apoyados por Shukla, protestan con una sentada continua.
Impiden la tala de árboles y bloquean las obras desde hace dos años.
- Impotentes frente a los conglomerados mineros -
"No se trata solo de una lucha por salvar los bosques o el medio ambiente, sino de revisar la concepción común del desarrollo económico", explica el activista.
El grupo Adani afirmó en un comunicado dirigido a la AFP "buscar mejorar la calidad de vida de las comunidades" alrededor de la mina.
"Algunos militantes autoproclamados trabajan con la clara intención de dañar la reputación del grupo", añadió.
India se comprometió a alcanzar el objetivo de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2070, dos décadas después de la mayoría de los países occidentales industrializados.
Según el gobierno del primer ministro Narendra Modi, el país más poblado del mundo, con 1.400 millones de habitantes, no puede liberarse de los combustibles fósiles debido a sus crecientes necesidades energéticas y a su gran pobreza.
A su llegada en 2012 al bosque de Hasdeo, Shukla descubrió que sus habitantes se sentían impotentes frente a los conglomerados mineros.
De aldea en aldea, explicó los recursos jurídicos y las protecciones constitucionales de que disponían las comunidades tribales contra las minas.
Junto con sus aliados resistieron a los sobornos, las amenazas de violencia y el enjuiciamiento.
Shakuntala Ekka, de 47 años, entre los primeros en unirse a la causa, recuerda las primeras reuniones de Shukla, su "aire de revolucionario".
Morga, el pueblo de 1.800 almas en el que vive, se salvó de ser desplazado gracias a su campaña. "Llevó tiempo y fue difícil, pero poco a poco la gente se organizó", dijo a la AFP.
La mayoría de los habitantes de Hasdeo sobreviven gracias a la agricultura de subsistencia y a lo que ofrece su bosque, un modo de vida tradicional que la llegada de las empresas mineras perturbó.
Hace más de diez años, Shiv Prasad Khusro, padre de seis hijos, cedió demasiado pronto su casa y sus tierras a cambio de una compensación por la explotación minera que comenzaba.
"Quiero incitar a los que aún no perdieron sus tierras a luchar porque sentimos que fuimos engañados", destaca.
J.M.Ellis--TFWP