The Fort Worth Press - Cuando los científicos leen la historia humana en el lodo del lago Crawford

USD -
AED 3.672974
AFN 68.425216
ALL 93.007834
AMD 390.01331
ANG 1.81621
AOA 911.999957
ARS 998.249996
AUD 1.54345
AWG 1.8
AZN 1.699887
BAM 1.852776
BBD 2.034663
BDT 120.423833
BGN 1.85313
BHD 0.376872
BIF 2975.829027
BMD 1
BND 1.346811
BOB 6.963779
BRL 5.806301
BSD 1.007759
BTN 84.987093
BWP 13.673805
BYN 3.297919
BYR 19600
BZD 2.031252
CAD 1.40043
CDF 2864.99997
CHF 0.887045
CLF 0.035513
CLP 979.910444
CNY 7.243099
CNH 7.255902
COP 4479
CRC 514.586422
CUC 1
CUP 26.5
CVE 104.456686
CZK 23.962998
DJF 179.450744
DKK 7.067675
DOP 60.695052
DZD 134.182994
EGP 49.321298
ERN 15
ETB 122.993165
EUR 0.94762
FJD 2.27485
FKP 0.788387
GBP 0.78809
GEL 2.730243
GGP 0.788387
GHS 16.275027
GIP 0.788387
GMD 70.999767
GNF 8626.906515
GTQ 7.732614
GYD 209.363849
HKD 7.78093
HNL 25.442281
HRK 7.133336
HTG 132.50221
HUF 386.750254
IDR 15875.4431
ILS 3.748965
IMP 0.788387
INR 84.433209
IQD 1320.093319
IRR 42092.498493
ISK 139.630035
JEP 0.788387
JMD 159.538871
JOD 0.709102
JPY 155.900501
KES 129.500052
KGS 86.201845
KHR 4082.940274
KMF 466.349913
KPW 900.000286
KRW 1408.14273
KWD 0.307714
KYD 0.833937
KZT 496.700918
LAK 22131.335237
LBP 89600.701953
LKR 294.541861
LRD 189.957415
LSL 18.103174
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.882485
MAD 10.020131
MDL 18.159255
MGA 4702.502532
MKD 58.284107
MMK 2097.999867
MNT 3397.99984
MOP 8.017648
MRU 40.117279
MUR 46.889905
MVR 15.449622
MWK 1747.434509
MXN 20.571925
MYR 4.482016
MZN 63.899993
NAD 18.103174
NGN 1684.119587
NIO 37.087736
NOK 11.152585
NPR 135.978578
NZD 1.70394
OMR 0.385031
PAB 1
PEN 3.819421
PGK 4.022654
PHP 58.849994
PKR 278.051027
PLN 4.116289
PYG 7864.722013
QAR 3.674102
RON 4.717298
RSD 110.890999
RUB 98.500922
RWF 1383.186748
SAR 3.757416
SBD 8.383555
SCR 13.620275
SDG 601.497717
SEK 10.996295
SGD 1.345889
SHP 0.788387
SLE 22.814988
SLL 20969.502481
SOS 575.878195
SRD 35.279754
STD 20697.981008
SVC 8.756103
SYP 2512.530181
SZL 18.108875
THB 35.04298
TJS 10.662352
TMT 3.51
TND 3.147935
TOP 2.38999
TRY 34.356195
TTD 6.800372
TWD 32.57475
TZS 2680.545109
UAH 41.343768
UGX 3672.512403
UYU 42.486895
UZS 12811.433733
VES 44.996696
VND 25374.272123
VUV 118.722041
WST 2.798776
XAF 621.79325
XAG 0.033135
XAU 0.00039
XCD 2.70255
XDR 0.753908
XOF 621.79325
XPF 113.11667
YER 249.774976
ZAR 18.27157
ZMK 9001.193302
ZMW 27.374927
ZWL 321.999592
Cuando los científicos leen la historia humana en el lodo del lago Crawford
Cuando los científicos leen la historia humana en el lodo del lago Crawford / Foto: © AFP

Cuando los científicos leen la historia humana en el lodo del lago Crawford

A primera vista, es un lago diminuto como otros miles en Canadá. Pero lo que hay bajo su superficie lo vuelve extraordinario: la excepcional conservación de sus capas geológicas lo convierte en la nueva referencia mundial del Antropoceno.

Tamaño del texto:

Desde hace años, los geólogos intentan establecer el lugar del mundo (conocido como el "clavo de oro") que constituya el mejor punto de referencia para esta propuesta de nueva época geológica, sinónimo del considerable impacto de la actividad humana sobre el planeta.

Y ese lugar es un pequeño lago de la provincia canadiense de Ontario, a las afueras de Toronto, la principal ciudad del país, según anunció el martes el grupo de trabajo sobre el Antropocentro, creado por la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS).

Cuenta la leyenda local que este lago no tiene fondo. Sin embargo, su profundidad no tiene parangón: los sedimentos muestran, más que en ningún otro lugar de la Tierra, que el hombre ha transformado el planeta a todos los niveles. Y eso incluye el nivel geológico, en la composición física de la tierra.

"El lago es muy profundo, pero no es muy grande. Esto significa que el agua no se mezcla hasta el fondo, por lo que los sedimentos que se acumulan no se alteran", explica Francine McCarthy, de la Universidad de Brock, con quien la AFP se reunió en abril, cuando se tomaban las últimas muestras para seleccionar el "clavo de oro".

- Carbón y petróleo -

Durante siglos, el lago Crawford absorbió silenciosamente los signos de cambio del mundo exterior. Todo lo que flota en la superficie termina en las profundidades del lago.

Los primeros humanos que dejaron su huella en el lago fueron aldeanos iroqueses que construyeron casas en las orillas en el siglo XV. Posteriormente, los sedimentos muestran la creciente influencia de los europeos en el paisaje.

Luego, en el siglo XX, fue el turno de las cenizas negras -resultado de la combustión de carbón y petróleo-, que se acumularon en el lago en esta región de desarrollo urbano e industrialización. Poco a poco, también aparecen en el lodo metales pesados como el cobre y el plomo.

"Podemos observar perturbaciones locales y acontecimientos regionales, como la contaminación", confirma Paul Hamilton, investigador del Museo de Historia Natural de Canadá. Y los sedimentos "también documentan cambios globales, es decir, la lluvia atmosférica de productos químicos".

"Cada año tiene su propia personalidad, un poco como las personas", se entusiasma McCarthy mientras muestra las líneas anuales del "núcleo" geológico extraído del lago.

Estas muestras sirven de marcadores, y extraerlas requiere destreza, precisión y rapidez.

Tim Patterson, investigador de la Universidad Carleton en Ottawa, y su equipo, son especialistas en este campo. Para recuperar capas de sedimentos de las profundidades del lago sin dañarlas, llenan grandes tubos metálicos con hielo seco y alcohol.

En estos largos palos helados, de unos dos metros de largo, que se sumergen en el lago durante media hora, el sedimento se pega formando una sucesión de líneas muy marcadas para cada año, como los anillos de un árbol.

- Gran aceleración -

Durante el muestreo de abril, fueron los restos de plutonio los que interesaron especialmente a Patterson.

De hecho, el inicio del Antropoceno se propuso en 1950 "para destacar algo bastante único en la historia del mundo: las pruebas nucleares", explica.

"Los humanos nunca habían hecho eso antes. Y eso deja una huella, no sólo a nivel regional, sino en todo el mundo", añade el investigador.

La mitad del siglo XX marcaría también ese momento crucial en el que todo se descontroló, cuando la humanidad entró en una fase de gran aceleración (consumo, producción, contaminación, etc).

"Durante 12.000 años, las cosas sucedieron de la misma manera. Y de repente, muy de repente, todo cambió. Hoy, la Tierra ha sido suficientemente modificada por la actividad humana como para comportarse de una forma diferente", afirma McCarthy, que trabaja en el sitio desde 1984.

Y mantiene la esperanza: "Si los geólogos, que son los que descubrieron el plutonio y el petróleo en las rocas, aceptan que hay un cambio fundamental debido al hombre, quizá se tomen medidas".

P.Navarro--TFWP