The Fort Worth Press - Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina

USD -
AED 3.673042
AFN 68.800364
ALL 89.943091
AMD 388.618256
ANG 1.809697
AOA 923.000367
ARS 975.742773
AUD 1.471454
AWG 1.8
AZN 1.70397
BAM 1.780833
BBD 2.027407
BDT 119.990895
BGN 1.783686
BHD 0.37669
BIF 2913.180059
BMD 1
BND 1.303346
BOB 6.938311
BRL 5.457304
BSD 1.004143
BTN 84.256772
BWP 13.28204
BYN 3.286046
BYR 19600
BZD 2.023947
CAD 1.35795
CDF 2871.000362
CHF 0.857524
CLF 0.033514
CLP 924.740396
CNY 7.01845
CNH 7.099204
COP 4168.86
CRC 520.828591
CUC 1
CUP 26.5
CVE 100.400637
CZK 23.103704
DJF 178.802641
DKK 6.793504
DOP 60.386979
DZD 133.337583
EGP 48.305941
ERN 15
ETB 120.122194
EUR 0.910604
FJD 2.21245
FKP 0.761559
GBP 0.762108
GEL 2.740391
GGP 0.761559
GHS 15.885272
GIP 0.761559
GMD 69.000355
GNF 8669.246529
GTQ 7.769634
GYD 210.070567
HKD 7.76701
HNL 24.967903
HRK 6.799011
HTG 132.392443
HUF 365.803831
IDR 15670
ILS 3.813905
IMP 0.761559
INR 84.03035
IQD 1315.365354
IRR 42105.000352
ISK 135.660386
JEP 0.761559
JMD 158.661507
JOD 0.708504
JPY 148.71304
KES 129.533349
KGS 84.703799
KHR 4075.574778
KMF 448.950384
KPW 899.999433
KRW 1346.870383
KWD 0.30633
KYD 0.836786
KZT 484.935124
LAK 22172.547234
LBP 89917.960392
LKR 294.905532
LRD 193.790121
LSL 17.542363
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.788527
MAD 9.821534
MDL 17.617118
MGA 4599.134987
MKD 56.107444
MMK 3247.960992
MNT 3397.999955
MOP 8.029684
MRU 39.752333
MUR 46.490378
MVR 15.350378
MWK 1741.133622
MXN 19.280404
MYR 4.221504
MZN 63.903729
NAD 17.542363
NGN 1637.680377
NIO 36.949693
NOK 10.654805
NPR 134.810835
NZD 1.623719
OMR 0.384758
PAB 1.004143
PEN 3.740496
PGK 3.999089
PHP 56.642504
PKR 278.6402
PLN 3.93294
PYG 7826.997496
QAR 3.661097
RON 4.537504
RSD 106.550421
RUB 94.933485
RWF 1360.437059
SAR 3.756881
SBD 8.278713
SCR 13.869867
SDG 601.503676
SEK 10.36758
SGD 1.303604
SHP 0.761559
SLE 22.847303
SLL 20969.494858
SOS 573.82199
SRD 31.20366
STD 20697.981008
SVC 8.785796
SYP 2512.529936
SZL 17.53517
THB 33.278038
TJS 10.69374
TMT 3.51
TND 3.071614
TOP 2.342104
TRY 34.246075
TTD 6.809925
TWD 32.286038
TZS 2736.171181
UAH 41.33913
UGX 3682.221716
UYU 41.994081
UZS 12793.0799
VEF 3622552.534434
VES 36.989445
VND 24770
VUV 118.722009
WST 2.797463
XAF 597.274755
XAG 0.031071
XAU 0.000377
XCD 2.70255
XDR 0.746733
XOF 597.274755
XPF 108.59094
YER 250.303591
ZAR 17.47665
ZMK 9001.203587
ZMW 26.432962
ZWL 321.999592
Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina
Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina / Foto: © AFP

Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina

El inmenso rompecabezas de piscinas turquesa contrasta con un desierto de sal que parece infinito, paisaje recurrente en los confines de Chile, Argentina y Bolivia, donde el "triángulo del litio" aglutina esperanzas, miedo y desilusión.

Tamaño del texto:

Esa árida triple frontera de Sudamérica atesora en depósitos subterráneos de salmuera el 56% de los recursos mundiales identificados del codiciado metal que da vida a celulares, computadoras y automóviles.

El llamado "oro blanco" o "petróleo del siglo XXI" ha visto su precio dispararse desde 5.700 dólares la tonelada en noviembre de 2020 a 60.500 en septiembre pasado gracias al boom de los vehículos eléctricos, cuando el mundo busca alejarse de los combustibles fósiles para frenar el calentamiento global.

Pero el lado oscuro del litio es que cada planta consume millones de litros de agua por día y las comunidades agrícolas de este rincón de Sudamérica, azotado por la sequía, temen por su medio de vida.

- "El mejor salar" -

La ruta del litio empieza en el norte de Chile. Del salar de Atacama, una planicie marrón y rocosa por la que apenas se puede caminar, salió el 26% de la producción mundial en 2021, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

La cifra fue solo superada por Australia, con el 55%, pero extraído de rocas.

En Atacama, los camiones zigzaguean entre albercas donde la salmuera, una mezcla de agua y sales, se evapora lentamente antes de ser llevada a una planta química para separar el litio del líquido.

"Es, por lejos, el mejor salar del mundo", asegura a la AFP Juan Carlos Guajardo, director de la consultora Plusmining.

Chile, donde se extrae litio desde 1984, lo hace más rápido que sus vecinos porque la escasa lluvia y una radiación solar extrema aceleran la evaporación.

Pero sus leyes dificultan otorgar concesiones de explotación desde que la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) lo declaró de "interés nuclear" por su uso en la fabricación de bombas de hidrógeno.

Los derechos están en manos de la estadounidense Albemarle y la chilena SQM, que pagan regalías de hasta el 40% de las ventas, además de cifras millonarias a comunidades aledañas.

Solo en el primer semestre de este año, la recaudación fiscal por el litio llegó a superar la del cobre, conocido popularmente como el "sueldo de Chile".

Ante semejante auge, el presidente izquierdista Gabriel Boric prometió crear una empresa nacional de litio, pero sin excluir la participación privada.

- Flamencos muertos -

Pese a los acuerdos alcanzados con los pueblos atacameños, algunos siguen viendo el litio como amenaza.

Este año, un estudio en la revista Proceedings of the Royal Society B asoció la minería de litio a una caída del número de flamencos en Atacama.

"El desarrollo de tecnologías para frenar el cambio climático se ha identificado como un imperativo mundial. Sin embargo, estas tecnologías 'verdes' pueden tener un impacto negativo en la biodiversidad", asevera el estudio.

En 2013, una inspección a SQM constató la muerte de un tercio de los algarrobos del predio. La causa probable, según un estudio posterior, fue la falta de agua.

La empresa informó haber usado cerca de 400.000 litros por hora este año.

"Queremos saber, a ciencia cierta, cuál ha sido el real impacto de la extracción de agua de las napas", reclama Claudia Pérez, de 49 años, residente del valle del río San Pedro y trabajadora de un programa estatal de apoyo a comunidades indígenas.

No está contra del litio, pero exige "minimizar el impacto negativo a la gente".

- "Litio no comemos" -

Del otro lado de la puna andina, la ruta serpentea entre Olaroz, Cauchari y otros salares de las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca, que albergan el segundo mayor depósito de litio del mundo.

Con pocas restricciones para su explotación y regalías de solo 3%, Argentina figura como cuarto productor mundial con dos minas: la estadounidense Livent tiene una desde los noventa y la otra, más reciente, es una sociedad de Australia, Japón y una empresa pública argentina.

Decenas de proyectos de firmas estadounidenses, chinas, francesas, surcoreanas y locales hacen que Argentina, en medio de una grave crisis económica, proyecte extraer más litio que Chile antes de 2030.

Según Roberto Salvarezza, presidente de las estatales YPF-Litio e YPF-Tec, la producción se quintuplicaría hacia 2025.

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, incluso invitó en abril vía Twitter al líder del gigante de la electromovilidad Tesla, el magnate estadounidense Elon Musk, a invertir en la provincia cuando este se quejó del alto precio del litio.

Pero en Salinas Grandes, desierto entre Salta y Jujuy, los visitantes se topan con un cartel que dice: "No al litio, sí al agua y a la vida". En 2019, sus pobladores expulsaron a dos mineras que pretendían establecerse en la zona.

"No es, como dicen, que ellos van a salvar al planeta... Nosotros tenemos que dar la vida para salvar al planeta", sentencia Verónica Chávez, presidenta de la comunidad indígena kolla Santuario de Tres Pozos, junto a Salinas Grandes.

"Litio no comemos nosotros, batería tampoco. El agua sí la tomamos", agrega Chávez, de 48 años, parada frente a montañas de sal extraída por una cooperativa local.

A unos metros, Bárbara Quipildor, de 47, arma empanadas en una pequeña construcción hecha de sal.

"Quiero que nos dejen tranquilos, en paz. No quiero yo el litio, más allá de que sé que hay mucho dinero", afirma.

"El futuro de los hijos de mis hijos es la preocupación".

- Hotel Lithium -

Unos 300 km al norte de Jujuy, el salar de Uyuni, en Bolivia, guarda más litio que ningún otro: un cuarto de los recursos identificados en la Tierra, según USGS.

Está en Potosí, región rica en plata y estaño que por siglos movió la economía del imperio español. Pero hoy, más de la mitad de los potosinos son pobres.

Al inicio de su mandato, el expresidente izquierdista Evo Morales (2006-2019) nacionalizó los hidrocarburos y otros recursos, entre ellos el litio.

"Bolivia va a poner el precio para todo el mundo", llegó a decir Morales, que ha llamado al resto de la región a seguir su ejemplo y el de México, donde el litio se nacionalizó en abril.

Sus palabras trajeron esperanza a Río Grande, pequeño poblado de caminos de tierra cercano a la planta de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).

Lleno de optimismo, Donny Alí construyó allí su Hotel Lithium.

Pero la prosperidad no llega y Bolivia aún no produce el metal a escala industrial.

"Nuestras comunidades están olvidadas. Nosotros esperábamos un gran desarrollo tecnológico industrial y, sobre todo, mejores condiciones de vida. Eso no ha llegado", lamenta Alí, un abogado de 34 años, sentado en un sofá del hotel sin huéspedes.

Tras años de estancamiento, el gobierno de izquierda se ha abierto a la participación privada, pero no se sabe cómo se implementará porque la ley la prohíbe.

"Hay quienes opinan que Bolivia 'va a perder el tren' del litio. Yo pienso que eso no va a suceder", afirma a la AFP Juan Carlos Zuleta, economista especializado en litio que dirigió YLB brevemente en 2020.

La pregunta, en cambio, es "si esa extracción de litio va a beneficiar a los bolivianos".

- "La próxima China" -

El año pasado, un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington atribuyó a "climas de inversión desfavorables y condiciones geográficas más desafiantes" el rezago de Argentina y Bolivia frente a Chile en aprovechar sus vastos recursos de litio.

Pese a las diferencias, los tres países tienen como objetivo ir más allá y empezar a fabricar baterías.

Argentina está más cerca, con una fábrica estatal piloto que prevé comenzar a operar en diciembre.

"En Sudamérica están todas las materias primas necesarias para producir baterías y vehículos eléctricos", explica Zuleta.

"Esto significaría una posibilidad concreta de convertir a Sudamérica en la próxima China", concluye.

Mientras tanto, el hotel Lithium sigue vacío y las comunidades de los salares, en pie de guerra por el agua.

A.Nunez--TFWP