Argentina quiere el control del litio, desde el salar hasta los autos eléctricos
Con 19 millones de toneladas, Argentina es después de Bolivia el país con mayores recursos de litio, y ahora, en pleno auge del "oro blanco", quiere controlar toda la cadena de producción: desde la extracción en los salares hasta la fabricación de autos eléctricos.
Hasta ahora el litio ha sido explotado en Argentina por dos multinacionales, la estadounidense Livent y la australiana Allkem Limited, que producen y exportan unas 40.000 toneladas anuales. Pero la empresa YPF, de mayoría estatal, se prepara para entrar en el apetitoso negocio.
"YPF ha mirado el litio como una oportunidad semejante a Vaca Muerta", dijo en una entrevista con la AFP Roberto Salvarezza, presidente de las filiales YPF-Litio e YPF-Tec, al compararlo con el enorme yacimiento de petróleo y gas no convencional de la Patagonia.
"Tenemos recursos muy importantes, 40% del triángulo del litio", que Argentina conforma junto a Bolivia y Chile. "Nuestro litio es competitivo, porque tenemos altas tasas de evaporación y poseemos también bajos niveles de contaminantes", señaló el directivo.
El litio se extrae de salares en los que además de ese mineral hay sodio y otros componentes como el magnesio, de menor presencia en Argentina que en Bolivia o Chile.
Sus exportaciones de 40.000 toneladas anuales colocan a Argentina en el cuarto lugar en el mundo, después de Australia, China y Chile. Pero con unos 20 proyectos de empresas internacionales en marcha, "el escenario es que en 2025 estemos en las 200.000 toneladas. Es decir, que se multiplique por cinco la capacidad de producción del carbonato de litio", indicó Salvarezza.
El objetivo de YPF es hacer exploración, y a mediano plazo explotar las salmueras, exportar una parte de lo que produzca y la otra destinarla a la fabricación de baterías.
"Seguramente en 2025 YPF no habrá llegado al carbonato de litio. Es un proceso complejo", reconoció. Sin embargo, la empresa planea inaugurar en diciembre una pequeña planta de celdas de baterías de litio, con capacidad para 13 megavatios/hora anuales.
"Siempre hubo un mercado del litio, tiene muchas aplicaciones. Pero con la transición energética y la electromovilidad se ha disparado un interés masivo", explicó Salvarezza.
El negocio se encuentra en su mejor momento: producir una tonelada de litio cuesta entre 4.000 y 5.000 dólares, pero se vende en 70.000, según este directivo.
"El vehículo eléctrico cambia totalmente la tecnología. Tenemos motor eléctrico, no hay caja de velocidades, no hay transmisión. La batería es el componente más caro de un coche. Si Argentina empieza a ver la batería como un elemento importante, es probable que en el momento de conversión del coche eléctrico pueda ser un proveedor de parte de la cadena de valor de esa industria automotriz", refirió.
- Manejo del agua -
Buscado como una fuente de energía limpia, el litio sin embargo es criticado porque su extracción de los salares consume grandes cantidades de agua, que puede incluso dejar sin ese recurso a las poblaciones cercanas.
"Hay que trabajar con mucho cuidado para que el agua que se extrae no afecte las napas que utilizan las poblaciones para su vida diaria. Las comunidades que están cercanas trabajan con ganadería y con agricultura", dijo Salvarezza.
"La ventaja de YPF como compañía nacional es que no se trata de una empresa que extrae un recurso y cuando termina se va. YPF está hace 100 años en el país, se va a quedar y se hace cargo de los pasivos ambientales", aseguró.
Las salmueras de las que se extrae el litio en Argentina están ubicadas en las provincias del norte, las más deprimidas.
"Todas las tecnologías tienen pros y contras. Lo importante es que haya un balance que beneficie no solo al país sino a la población que vive en el lugar", concluyó Salvarezza.
L.Rodriguez--TFWP