Las universidades británicas, lastradas por la caída de estudiantes extranjeros
Las universidades británicas se encuentran entre las más prestigiosas del mundo, pero atraen en los últimos tiempos a menos estudiantes extranjeros, en parte debido a las restricciones para obtener visados.
Una caída que pesa mucho sobre las finanzas de los centros.
En el curso 2022/2023, había casi 760.000 alumnos de otros países en universidades británicas, lo que convirtió al Reino Unido en el segundo destino del mundo para los estudiantes, tras Estados Unidos.
Los países más representadas entre los estudiantes internacionales en Reino Unido son India, China y Nigeria, por este orden.
Pero en 2023, el número de visados de estudiantes cayó un 5%.
Y entre julio y septiembre de 2024, las solicitudes de visados de estudiantes cayeron un 16% respecto al mismo periodo del año pasado.
Estas cifras son preocupantes porque los estudiantes extranjeros aportan mucho más dinero que los británicos.
El chino Leo Xui, de 20 años, llegó en septiembre para estudiar en la University College de Londres (UCL).
"Es bueno para mi currículo. Cuando regrese a China, me permitirá trabajar para una empresa internacional", afirma.
Sus tasas universitarias este año ascienden a 31.000 libras (39.500 dólares). Los británicos pagan un máximo de 9.250 libras (unos 11.800 dólares) en las universidades inglesas. El gobierno laborista anunció el lunes que esta cantidad, congelada desde 2017, aumentará hasta 9.535 (12.140 dólares) en abril.
- Déficit -
Las universidades exigían un aumento de las tasas.
Universities UK (UUK), que representa a 141 universidades del país, advirtió en septiembre sobre el estado de las finanzas de los establecimientos.
"Estamos sintiendo la crisis", dijo la presidenta de UUK, Sally Mapstone, en una conferencia.
Debido a ello, las universidades han abierto de par en par las puertas a los estudiantes extranjeros, hasta el punto de volverse financieramente dependientes de ellos.
En algunos establecimientos, representan más de la mitad de los estudiantes, como en la University of Arts de Londres (55%) o en la Cranfield University (52%), según un informe de la Cámara de los Comunes.
Una investigación del Financial Times publicada a principios de 2024 mostró que para tener más estudiantes extranjeros, algunas universidades redujeron sus criterios de admisión.
Pero el gobierno conservador, en el poder hasta julio pasado, que había hecho de la reducción de la inmigración una prioridad, complicó la tarea de las universidades al imponer restricciones a los visados de estudiantes.
- "Narrativa destructora" -
Desde enero, los estudiantes extranjeros tienen prohibido venir con sus familias, salvo algunas excepciones, y ya no pueden solicitar un visado de trabajo durante sus estudios.
La caída en las solicitudes de visados de estudiantes "confirma nuestro temor de que los cambios del gobierno anterior hicieron a Reino Unido menos atractivo", lamenta Nick Hillman, director del centro de investigación Higher Education Policy Institute (Hepi).
"La narrativa (del gobierno conservador) ha sido muy destructiva", critica Ian Dunn, decano de la Universidad de Coventry, que cuenta con 30.000 estudiantes, el 35% extranjeros.
Esta universidad ya había sufrido mucho con el Brexit. "Antes teníamos 4.400 estudiantes procedentes de la Unión Europea. Probablemente ahora estaremos en un 10% de esa cifra", afirma Dunn.
Antes del Brexit, los estudiantes de la Unión Europea pagaban lo mismo que los británicos, ahora deben abonar las tasas de los extranjeros.
Una profesora de una universidad inglesa, que prefiere el anonimato, afirmó a AFP que se han eliminado puestos y cursos.
"La disminución del número de estudiantes extranjeros ha empeorado la crisis", señala.
Ante los discursos antiinmigración, "algunos prefirieron ir a Canadá, Australia o Países Bajos, donde los cursos se imparten en inglés", añade.
La Universidad de Coventry ha buscado remedios abriendo campus en países como Egipto, Marruecos, India y China.
"Obtienen igualmente un diploma de la Universidad de Coventry", sin estar en Reino Unido, explica Ian Dunn.
N.Patterson--TFWP