The Fort Worth Press - Itaru Sekiguchi, el artesano japonés que volvió a insuflar vida al órgano de Notre Dame

USD -
AED 3.672977
AFN 68.000338
ALL 93.019769
AMD 388.466711
ANG 1.802136
AOA 913.507442
ARS 1004.024015
AUD 1.53468
AWG 1.8025
AZN 1.702233
BAM 1.859028
BBD 2.018819
BDT 119.494913
BGN 1.86488
BHD 0.376867
BIF 2897.5
BMD 1
BND 1.343751
BOB 6.909335
BRL 5.814302
BSD 0.999857
BTN 84.485602
BWP 13.651378
BYN 3.272548
BYR 19600
BZD 2.015674
CAD 1.39568
CDF 2870.000091
CHF 0.886604
CLF 0.035278
CLP 973.429703
CNY 7.237203
CNH 7.253685
COP 4391
CRC 508.292544
CUC 1
CUP 26.5
CVE 105.62499
CZK 24.195026
DJF 177.720257
DKK 7.115305
DOP 60.4023
DZD 133.588994
EGP 49.668496
ERN 15
ETB 123.093572
EUR 0.95385
FJD 2.27125
FKP 0.789317
GBP 0.793835
GEL 2.725002
GGP 0.789317
GHS 15.849765
GIP 0.789317
GMD 70.999559
GNF 8629.999573
GTQ 7.719178
GYD 209.209595
HKD 7.78355
HNL 25.174971
HRK 7.133259
HTG 131.285912
HUF 392.284991
IDR 15927.05
ILS 3.71464
IMP 0.789317
INR 84.510799
IQD 1310.5
IRR 42104.999856
ISK 139.349642
JEP 0.789317
JMD 158.803485
JOD 0.709103
JPY 154.569674
KES 129.501289
KGS 86.498751
KHR 4049.999918
KMF 467.497654
KPW 899.999621
KRW 1399.524993
KWD 0.30763
KYD 0.833321
KZT 495.877273
LAK 21954.999924
LBP 89600.000059
LKR 290.944865
LRD 180.450432
LSL 18.110004
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.884965
MAD 9.995001
MDL 18.209124
MGA 4670.000107
MKD 58.680488
MMK 3247.960992
MNT 3397.999946
MOP 8.016062
MRU 39.904986
MUR 46.403431
MVR 15.459836
MWK 1734.999682
MXN 20.41969
MYR 4.465031
MZN 63.949792
NAD 18.109844
NGN 1687.150112
NIO 36.789902
NOK 11.067525
NPR 135.177343
NZD 1.70542
OMR 0.384985
PAB 0.999948
PEN 3.795025
PGK 4.02575
PHP 58.981496
PKR 278.050105
PLN 4.1439
PYG 7848.150595
QAR 3.64075
RON 4.747398
RSD 111.612008
RUB 101.300503
RWF 1370
SAR 3.754518
SBD 8.355531
SCR 13.660107
SDG 601.477673
SEK 11.057569
SGD 1.345855
SHP 0.789317
SLE 22.574973
SLL 20969.504736
SOS 571.492896
SRD 35.405018
STD 20697.981008
SVC 8.749543
SYP 2512.529858
SZL 18.109726
THB 34.714996
TJS 10.649728
TMT 3.5
TND 3.164995
TOP 2.342097
TRY 34.496503
TTD 6.787668
TWD 32.563503
TZS 2652.35897
UAH 41.282881
UGX 3694.533288
UYU 42.610626
UZS 12880.000006
VES 46.002271
VND 25422.5
VUV 118.722009
WST 2.791591
XAF 623.500672
XAG 0.032387
XAU 0.000374
XCD 2.70255
XDR 0.762793
XOF 619.500595
XPF 113.650183
YER 249.924982
ZAR 18.08805
ZMK 9001.213194
ZMW 27.574604
ZWL 321.999592
Itaru Sekiguchi, el artesano japonés que volvió a insuflar vida al órgano de Notre Dame
Itaru Sekiguchi, el artesano japonés que volvió a insuflar vida al órgano de Notre Dame / Foto: © AFP

Itaru Sekiguchi, el artesano japonés que volvió a insuflar vida al órgano de Notre Dame

A los 10 años, un "ruido infernal" cambió la vida de Itaru Sekiguchi. El gran órgano de Notre Dame de París acababa de resonar frente a él. Cuarenta años después, este preciado instrumenta ocupa sus días y noches.

Tamaño del texto:

"Fue un choque cultural", dice este enamorado de Francia.

Sekiguchi se instaló en el país europeo poco después de cumplir 20 años, para convertirse en organero, con la esperanza de trabajar en este instrumento viejo de tres siglos, cuyos 8.000 tubos fueron desmontados tras el incendio de abril de 2019.

"Quería venir a Francia porque es aquí donde ocurre todo. Pero cuando se lo anuncié a mi familia, pensaron que estaba un poco loco", recuerda, en un francés impecable, este nativo de Sendai, en el noreste de Japón.

Cinco años después, el instrumento más grande de Francia no tiene secretos para él.

Próximo a cumplir 54 años, es uno de los pocos artesanos que, al caer la noche, realizan minuciosos ajustes para que el gran órgano recupere su timbre original, antes de la reapertura de Notre Dame el 7 de diciembre.

- Un sueño truncado -

En 2018 Itaru había alcanzado su "Santo Grial" al convertirse en el organero oficial de la catedral, responsable de su mantenimiento diario. Este monumental instrumento tiene la altura de un edificio de cuatro pisos y una longitud de 12 metros. "Era mi sueño, me permitió conocer mejor el instrumento", cuenta el japonés, radicado en Corrèze desde hace 25 años.

Tres semanas al mes, Itaru verificaba la afinación del gran órgano, respetando las limitaciones de uno de los lugares más visitados de Francia. "El tiempo es muy limitado", explica.

"Hay que trabajar de noche, porque de día no se puede molestar a los turistas y además se necesita un silencio absoluto para afinar".

- "Temí por el órgano" -

Pero el sueño estuvo a punto de truncarse definitivamente. Un año después de su nombramiento, el incendio devastó la catedral y afectó la vida de Itaru, quien perdió su empleo. Su único consuelo fue que el gran órgano no fue alcanzado por las llamas.

"Temí por el órgano, porque durante la noche no sabíamos, teníamos información contradictoria, fue angustiante", comenta, convencido de que un daño mayor habría sido irreversible. "Hoy en día no seríamos capaces de construir algo igual".

Aunque no fue directamente afectado por el incendio, el gran órgano sufrió sus consecuencias. Residuos de plomo se infiltraron en su estructura, y el incendio provocó temperaturas extremas, debilitando esta estructura hecha en un 80% de madera.

Por tercera vez en su larga historia, después de 1990 y 2014, el gran órgano tuvo que ser casi completamente desmontado para ser puesto a salvo, antes de ser minuciosamente reensamblado a partir de 2023, a medida que avanzaban los trabajos en la nave.

Tres talleres de organeros han sido movilizados para esta gran obra en la que flota una pregunta crucial: ¿sonará el instrumento, central en la liturgia de Notre Dame, como antes?

"Dar con el timbre es muy difícil. Un tubo puede sonar de mil maneras diferentes", explica Olivier Chevron, organero que llamó a Itaru Sekiguchi para realizar esta tarea junto a otros artesanos.

La labor es tan específica que los organeros fabrican ellos mismos sus herramientas, algunas de las cuales ni siquiera tienen nombre, y dependen tanto de su habilidad como de su subjetividad.

"Es difícil describir el sonido del gran órgano. Para mí, tiene el color sonoro de la catedral; es un instrumento cálido, no tenso ni agresivo", comenta Bertrand Cattiaux, organero encargado de su mantenimiento en Notre Dame durante mucho tiempo, hasta que contrató a Itaru a principios de los años 2000.

Para recuperar el sonido del gran órgano Itaru también recurre a "sus recuerdos" y, pese a la magnitud de la tarea, disfruta de la responsabilidad de cuidar de un emblema del patrimonio francés. "Es un gran honor pero también una gran carga y responsabilidad", resume. "Es simplemente increíble".

S.Jordan--TFWP