The Fort Worth Press - "No sabemos si tendremos adonde volver": refugiados ucranianos se adaptan a Brasil

USD -
AED 3.67298
AFN 67.384996
ALL 90.930513
AMD 386.175669
ANG 1.798582
AOA 911.49704
ARS 987.764796
AUD 1.520288
AWG 1.8
AZN 1.696955
BAM 1.807328
BBD 2.014989
BDT 119.253338
BGN 1.80481
BHD 0.376977
BIF 2900.548912
BMD 1
BND 1.322749
BOB 6.895532
BRL 5.762597
BSD 0.99793
BTN 83.886707
BWP 13.395803
BYN 3.265906
BYR 19600
BZD 2.01157
CAD 1.39255
CDF 2910.000154
CHF 0.86748
CLF 0.034741
CLP 958.597109
CNY 7.1227
CNH 7.119295
COP 4362.01
CRC 512.311083
CUC 1
CUP 26.5
CVE 101.894377
CZK 23.446801
DJF 177.71268
DKK 6.89063
DOP 60.103407
DZD 133.516994
EGP 48.737904
ERN 15
ETB 119.252592
EUR 0.923535
FJD 2.280598
FKP 0.765169
GBP 0.770975
GEL 2.730049
GGP 0.765169
GHS 16.216791
GIP 0.765169
GMD 69.510995
GNF 8607.019424
GTQ 7.714273
GYD 208.788061
HKD 7.771398
HNL 25.174192
HRK 6.88903
HTG 131.517179
HUF 376.946015
IDR 15658.85
ILS 3.712875
IMP 0.765169
INR 84.0917
IQD 1307.316983
IRR 42104.999989
ISK 137.15044
JEP 0.765169
JMD 157.879417
JOD 0.709304
JPY 153.00603
KES 128.999956
KGS 85.801853
KHR 4056.776388
KMF 455.449632
KPW 899.999774
KRW 1379.264996
KWD 0.30657
KYD 0.831685
KZT 489.206572
LAK 21877.743381
LBP 89415.792635
LKR 293.064732
LRD 191.612838
LSL 17.675809
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.817306
MAD 9.845031
MDL 17.88838
MGA 4613.124116
MKD 56.926531
MMK 3247.960992
MNT 3398.000028
MOP 7.985954
MRU 39.458485
MUR 46.110014
MVR 15.360218
MWK 1730.476006
MXN 20.14388
MYR 4.37901
MZN 63.909949
NAD 17.675809
NGN 1641.570371
NIO 36.723529
NOK 10.958145
NPR 134.220156
NZD 1.670945
OMR 0.384997
PAB 0.997921
PEN 3.756261
PGK 3.99671
PHP 58.228038
PKR 277.18023
PLN 4.009161
PYG 7944.443418
QAR 3.638497
RON 4.59426
RSD 108.085005
RUB 97.018184
RWF 1357.199292
SAR 3.755738
SBD 8.333542
SCR 13.606272
SDG 601.491881
SEK 10.670155
SGD 1.323685
SHP 0.765169
SLE 22.700818
SLL 20969.496802
SOS 570.343435
SRD 34.328008
STD 20697.981008
SVC 8.731772
SYP 2512.530268
SZL 17.680625
THB 33.770499
TJS 10.628101
TMT 3.5
TND 3.091161
TOP 2.342098
TRY 34.291785
TTD 6.763388
TWD 31.984997
TZS 2720.000316
UAH 41.276464
UGX 3657.533614
UYU 41.528439
UZS 12758.859677
VEF 3622552.534434
VES 42.245336
VND 25295
VUV 118.722039
WST 2.801184
XAF 606.158083
XAG 0.029645
XAU 0.000367
XCD 2.70255
XDR 0.750095
XOF 606.166485
XPF 110.206533
YER 250.325026
ZAR 17.68735
ZMK 9001.201112
ZMW 26.570499
ZWL 321.999592
"No sabemos si tendremos adonde volver": refugiados ucranianos se adaptan a Brasil
"No sabemos si tendremos adonde volver": refugiados ucranianos se adaptan a Brasil / Foto: © AFP

"No sabemos si tendremos adonde volver": refugiados ucranianos se adaptan a Brasil

Meses atrás, Sofía Okhrimenko se preocupaba por resolver ecuaciones en su primer año de Matemáticas en una universidad de Lviv, Ucrania, pero sus responsabilidades cambiaron de forma radical con la guerra, que la desterró inesperadamente a Brasil junto a dos de sus hermanos menores.

Tamaño del texto:

"Me siento responsable, mis padres confían en mí y mis hermanos también", dice a la AFP esta joven de 18 años, encargada ahora de cuidar de los mellizos Valeria y Vladyslav, de 16, a más de 10.000 kilómetros de su casa y de sus padres.

"Trato de hacerlo lo mejor que puedo", asegura esforzándose con el inglés Sofía, de tez blanca y cabello rubio, en un salón de la iglesia que los acogió en Sao Jose dos Campos, en el interior de Sao Paulo.

Sus padres, en tiempos normales una maestra y un vendedor de muebles, actúan como voluntarios en un templo en Ucrania, brindando ayuda a personas sin hogar o sin comida. Con ellos está la menor de sus hijos, de 4 años.

La familia se dividió cuando los tres hermanos partieron a finales de marzo sin fecha de retorno a esta ciudad industrial de Brasil, un destino impensado en otras circunstancias.

Llegaron dentro de un grupo de 33 ucranianos, formado por mujeres, niños, adolescentes y ancianos. Fueron recibidos por una iglesia de culto evangélico, miembro de una red internacional, que les ofrece apartamentos gratuitos y donaciones de los fieles.

La temperatura más cálida y el cielo especialmente azul en esta jornada reconfortan a Valeria. Pero destaca sobre todo "la seguridad" del lugar, lejos de los misiles y bombardeos en su país.

Aunque piensa en los suyos en medio de esos peligros, se mantiene optimista: "Rezar en esta atmósfera de calma es muy tranquilizador. Creo que Dios les está ayudando y dándoles fuerzas y esperanzas", dice la adolescente en ruso, la segunda lengua de Ucrania.

El desafío más terrenal que Valeria afronta estos días es despertarse en la madrugada para asistir a las clases virtuales de su escuela en Ucrania, cuenta.

Algo somnolienta en el comienzo de la tarde, escribe en su cuaderno frases en portugués que repite a coro junto a sus coterráneos en clases para insertarse en el nuevo entorno.

Mientras dure la espera para volver, Valeria aspira incluso a realizar algunos sueños: "Conocer el mar y, tal vez, escalar alguna montaña", dice sonriente.

- Incertidumbre y esperanza -

Unos 5,5 millones de personas dejaron Ucrania por la guerra con Rusia, según la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR. En su mayoría, huyeron a Polonia (más de 3 millones) y a otros países de Europa del este.

Ningún país latinoamericano figura entre los principales destinos de los refugiados. A Brasil llegó una pequeña minoría: el ministerio de Relaciones Exteriores otorgó hasta el jueves pasado 141 visas humanitarias.

Se encuentran principalmente en ciudades de Paraná (sur), donde vive la mayor comunidad de ascendencia ucraniana en Brasil; Minas Gerais (sudeste) y Sao Paulo (este).

"Extrañamos Ucrania, pero aquí nos sentimos bien y seguros, sentimos amor", dice a la AFP Ihor Nekhaev, de 62 años, el único hombre adulto del grupo en Sao Jose.

El gobierno ucraniano prohibió la salida a los hombres de entre 18 y 60 años. Entre ellos, a su hijo mayor, Nikolai (40), quien era distribuidor de agua mineral y ahora rescata personas y recoge cuerpos en zonas álgidas del conflicto.

"Sentimos miedo por él", dice Svetlana (60), esposa de Ihor, vestida con una pieza de algodón gris que recogió de entre las donaciones.

Las noticias sobre la guerra ocupan la pantalla en la sala del apartamento donde la pareja se instaló junto a una hija y dos nietos adolescentes, abstraídos en sus teléfonos celulares.

"Pensamos en volver cuando todo acabe, pero no sabemos si tendremos un lugar adonde volver. La región de Donetsk (este), donde se encuentra nuestra ciudad, está siendo destruida", lamenta la mujer.

El matrimonio ya había dejado su casa en 2014, en medio de una insurgencia separatista. Como aquella vez, se resignan a esperar.

"Cada día trae algo nuevo y un aprendizaje interesante", dice Svetlana, esperanzada en que "la guerra acabe pronto y Ucrania se recupere para ser mejor".

Ihor asiente. Sorprendido por el país de acogida, se siente fascinado por los colores del carnaval celebrado recientemente.

"Siempre llevaré a Brasil en mi corazón", afirma.

C.Dean--TFWP