Suecia da luz verde al entierro de residuos radiactivos
El gobierno sueco dio luz verde el jueves al entierro definitivo de los residuos radiactivos de las centrales nucleares del país en un emplazamiento subterráneo diseñado para durar 100.000 años.
El anuncio del ejecutivo socialdemócrata llega después de años de debate y pocas semanas después de la salida del gobierno de los ecologistas, que se oponían a esta solución.
El emplazamiento elegido está en Forsmark, cerca de una de las dos centrales nucleares suecas en funcionamiento, a unos 130 kilómetros al norte de Estocolmo, cerca del mar Báltico.
Suecia imita así su vecino Finlandia, que actualmente está construyendo un basurero nuclear en Eurajoki, en la costa suroeste del país. El centro, que se está terminando de construir, debería recibir los primeros envíos de prueba en 2023 y estar operativo en 2025.
Como en Finlandia, las barras de combustible gastado se introducen primero en bidones de hierro fundido. Estos botes se introducen en silos de cobre que, si se sellan correctamente, deberían permanecer teóricamente herméticos durante 100.000 años.
A 500 metros bajo tierra, estos silos deben introducirse entonces en cavidades verticales selladas con grandes tapones de bentonita, una arcilla poco permeable y flexible.
Actualmente, casi 7.500 toneladas de residuos radiactivos se almacenan en un emplazamiento "a medio plazo" abierto hace más de 40 años en Oskarshamn, en la costa este de Suecia.
El proyecto lo lleva a cabo SKB, una empresa creada por los productores de energía nuclear suecos para gestionar los residuos.
Esta última ha saludado "una decisión histórica", mientras que Greenpeace ha deplorado una decisión con "consecuencias por 100.000 años".
La ONG ecologista denunció la "excesiva inseguridad" que rodea la solución y una decisión "irresponsable" del gobierno.
W.Matthews--TFWP