The Fort Worth Press - La revuelta de un anciano español contra la digitalización bancaria

USD -
AED 3.673042
AFN 68.112673
ALL 94.198378
AMD 389.366092
ANG 1.801814
AOA 913.000367
ARS 1003.735016
AUD 1.538462
AWG 1.8025
AZN 1.70397
BAM 1.877057
BBD 2.018523
BDT 119.468305
BGN 1.87679
BHD 0.376794
BIF 2953.116752
BMD 1
BND 1.347473
BOB 6.908201
BRL 5.801041
BSD 0.99976
BTN 84.384759
BWP 13.658045
BYN 3.27175
BYR 19600
BZD 2.015164
CAD 1.39805
CDF 2871.000362
CHF 0.89358
CLF 0.035441
CLP 977.925332
CNY 7.243041
CNH 7.25914
COP 4389.749988
CRC 509.237487
CUC 1
CUP 26.5
CVE 105.825615
CZK 24.326204
DJF 178.031575
DKK 7.158304
DOP 60.252411
DZD 134.221412
EGP 49.650175
ERN 15
ETB 122.388982
EUR 0.95985
FJD 2.27595
FKP 0.789317
GBP 0.798053
GEL 2.740391
GGP 0.789317
GHS 15.795384
GIP 0.789317
GMD 71.000355
GNF 8617.496041
GTQ 7.717261
GYD 209.15591
HKD 7.783855
HNL 25.264168
HRK 7.133259
HTG 131.234704
HUF 395.000354
IDR 15943.55
ILS 3.70796
IMP 0.789317
INR 84.43625
IQD 1309.659773
IRR 42075.000352
ISK 139.680386
JEP 0.789317
JMD 159.268679
JOD 0.709104
JPY 154.76904
KES 129.468784
KGS 86.503799
KHR 4025.145161
KMF 472.503794
KPW 899.999621
KRW 1404.510383
KWD 0.30785
KYD 0.833149
KZT 499.179423
LAK 21959.786938
LBP 89526.368828
LKR 290.973655
LRD 180.450118
LSL 18.040693
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.882192
MAD 10.057392
MDL 18.23504
MGA 4666.25078
MKD 59.052738
MMK 3247.960992
MNT 3397.999946
MOP 8.015644
MRU 39.77926
MUR 46.850378
MVR 15.460378
MWK 1733.576467
MXN 20.427165
MYR 4.468039
MZN 63.910377
NAD 18.040693
NGN 1696.703725
NIO 36.786794
NOK 11.06835
NPR 135.016076
NZD 1.714149
OMR 0.384846
PAB 0.99976
PEN 3.790969
PGK 4.025145
PHP 58.939038
PKR 277.626662
PLN 4.16352
PYG 7804.59715
QAR 3.646048
RON 4.778204
RSD 112.294256
RUB 104.308748
RWF 1364.748788
SAR 3.754429
SBD 8.383555
SCR 13.699038
SDG 601.503676
SEK 11.040175
SGD 1.346604
SHP 0.789317
SLE 22.730371
SLL 20969.504736
SOS 571.332598
SRD 35.494038
STD 20697.981008
SVC 8.748021
SYP 2512.529858
SZL 18.034455
THB 34.480369
TJS 10.647152
TMT 3.5
TND 3.17616
TOP 2.342104
TRY 34.572825
TTD 6.790153
TWD 32.583504
TZS 2659.340659
UAH 41.35995
UGX 3694.035222
UYU 42.516436
UZS 12825.951341
VES 46.55914
VND 25419
VUV 118.722009
WST 2.791591
XAF 629.547483
XAG 0.031938
XAU 0.000369
XCD 2.70255
XDR 0.760497
XOF 629.547483
XPF 114.458467
YER 249.925037
ZAR 18.105415
ZMK 9001.203587
ZMW 27.617448
ZWL 321.999592
La revuelta de un anciano español contra la digitalización bancaria
La revuelta de un anciano español contra la digitalización bancaria

La revuelta de un anciano español contra la digitalización bancaria

El jubilado español Carlos San Juan se hartó de que su banco le regateara la atención personal y de que le hiciera sentir tonto por sus problemas con cajeros, aplicaciones y con una revolución digital que siembra el pánico entre muchos ancianos.

Tamaño del texto:

Tras un incidente con un cajero automático en el que se negaron "por completo a salir y atenderme" y se negaron también a que entrara en la oficina porque carecía de "cita previa", según explicó en Madrid a la AFP, este urólogo valenciano (este) jubilado de 78 años dijo basta y redactó el manifiesto "Soy mayor, no idiota", que firmaron primero un centenar de amigos y conocidos.

Era diciembre de 2021. San Juan tocó una fibra sensible, el manifiesto acabó en la plataforma change.org y lleva casi 650.000 firmas. Fue recibido por las autoridades y acabó poniendo a los bancos en un aprieto que se tradujo la semana pasada en la firma, ante la ministra de Economía, Nadia Calviño, de un protocolo en el que se comprometen a mejorar su atención a los ancianos.

Así, "las oficinas ampliarán sus horarios de atención presencial al cliente", "los mayores recibirán atención preferente" y "se adaptarán los cajeros, aplicaciones y páginas web con lenguaje y vista simplificados", según la Asociación Española de Banca.

- Frágiles y olvidadizos -

De este modo, San Juan espera que se ponga fin al "drama de personas con cartillas [libreta], mayores, haciendo cola, con discapacidades motoras, con silla de ruedas, con andadores, con bastones, que venían un día y otro día". O el suyo propio.

"Tengo Parkinson. Normalmente acudo [al banco] a horas en que no voy a generar colas, porque me pongo más nervioso", narra este anciano amable y elocuente.

Reclama paciencia para la gente de su edad -- "aunque tengamos voluntad de aprender, podemos aprender hoy y pasado mañana haberlo olvidado" -- y le gustaría abandonar ya el foco público porque no quiere "un exceso de protagonismo".

Los ancianos no se oponen "para nada a la digitalización", aclara, "la digitalización ha venido para quedarse", pero lo que piden "es un tránsito más humano" hacia la nueva era.

El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, le dio la razón durante la firma del nuevo protocolo: "San Juan nos ha hecho ver a todos que necesitamos atender a quienes no pueden ir tan rápido y a quien siempre necesitará una ayuda por sus circunstancias personales".

Desde que estalló la crisis financiera de 2008, que dio paso a una consolidación del sector en España, han desaparecido más de la mitad de las oficinas bancarias -- quedan unas 20.000 -- y el número de empleados cayó casi un 40%, pasando de 276.500 en 2008 a 172.000 en 2020, según cifras del Banco Central Europeo.

Ello arroja una media de ocho empleados por oficina, mientras que otros países grandes de su entorno, como Francia, con sus 402.000 empleados y 32.000 oficinas, tienen una media de 12,5.

La pandemia de coronavirus y sus confinamientos consolidó la digitalización -- "no hubiéramos sobrevivido a la pandemia sin los medios tecnológicos de los que hemos dispuesto", afirmó Roldán --, y la tendencia a la reducción de empleos en España persiste.

- ¿Dónde está mi dinero? -

En el campo español, el abandono de los bancos tiene un aire irreversible y algunas soluciones imaginativas pretenden paliarlo.

Un autobús surge puntual de entre la niebla en el pequeño pueblo castellano de Añover de Tormes, de un centenar de habitantes. Atendido por dos personas, el Bibliobús de la Diputación de Salamanca lleva tres décadas repartiendo cultura por los pueblos, y en noviembre se le incorporó un cajero automático que llega a 120 pueblos.

Se trata de "un primer paso importante para solucionar un problema importante", explicó David Mingo, alcalde de la ciudad salmantina de Santa Marta de Tormes y encargado de Cultura en la Diputación de Salamanca, que admite que de todos modos, lo que quieren los ancianos es atención humana.

Ante el autobús, en una mañana seca y gélida muy propia del invierno castellano, Manuela Crespo, de 78 años, recuerda los tiempos en que si los bancos "sabían que se vendía ganado, ya venían a buscar el dinero" en Añover.

Una vez atendidas seis personas, el autobús se traslada a Santiz, algo más grande, con sus casi 300 vecinos, tres bares y una escuela.

Frente al Bibliobús, Agustina Juan, de 79 años, admite exasperada que no sabe sacar dinero con una tarjeta. De hecho, en los tres pueblos visitados por AFP, hubo sólo una extracción de dinero.

"Es que no la sé manejar para nada, es que no la sé manejar. ¿Sabe para que la tengo? Para cuando voy a los supermercados, para pagar con la tarjeta", lamenta.

Lo peor con los bancos, más que sacar dinero, es tratar de resolver un cargo equivocado o cualquier otro problema.

"Tengo que desplazarme a 40 km a ver qué me han hecho. Y luego te atienden fatal por teléfono cuando llamas. Está todo ocupado, vuelves a llamar, y vuelves a llamar", narra Agustina.

A su lado, Raquel Vicente, de 76 años, lamenta que los ancianos han perdido la noción de sus caudales.

"Lo único que tienen en la vejez es estar contando su dinero, y de esta manera, es que no lo ven, no se lo dejan ver, y viven en una continua desconfianza", sentencia.

F.Carrillo--TFWP