The Fort Worth Press - Treinta años después del genocidio, Ruanda sigue exhumando víctimas

USD -
AED 3.67301
AFN 67.609934
ALL 89.999786
AMD 387.368036
ANG 1.806374
AOA 907.507578
ARS 974.741103
AUD 1.485873
AWG 1.8025
AZN 1.697676
BAM 1.78767
BBD 2.023728
BDT 119.775147
BGN 1.787405
BHD 0.376958
BIF 2908.615615
BMD 1
BND 1.30715
BOB 6.925643
BRL 5.597401
BSD 1.002312
BTN 84.182624
BWP 13.346495
BYN 3.280137
BYR 19600
BZD 2.020346
CAD 1.37107
CDF 2878.000276
CHF 0.860185
CLF 0.033824
CLP 933.321876
CNY 7.068796
CNH 7.07768
COP 4234.49
CRC 517.517161
CUC 1
CUP 26.5
CVE 100.78607
CZK 23.178802
DJF 178.480353
DKK 6.819599
DOP 60.288647
DZD 133.024914
EGP 48.499597
ERN 15
ETB 121.84495
EUR 0.914265
FJD 2.22475
FKP 0.761559
GBP 0.764985
GEL 2.720276
GGP 0.761559
GHS 15.986472
GIP 0.761559
GMD 68.497782
GNF 8650.550656
GTQ 7.751931
GYD 209.697911
HKD 7.77137
HNL 24.839927
HRK 6.799011
HTG 132.149973
HUF 364.870285
IDR 15671.8
ILS 3.761715
IMP 0.761559
INR 83.965501
IQD 1313.011288
IRR 42087.503383
ISK 135.769759
JEP 0.761559
JMD 158.371951
JOD 0.708701
JPY 149.119499
KES 129.3203
KGS 85.203744
KHR 4074.730819
KMF 449.950023
KPW 899.999433
KRW 1350.575027
KWD 0.30649
KYD 0.835245
KZT 491.476624
LAK 22132.241376
LBP 89502.732141
LKR 293.576221
LRD 193.446369
LSL 17.660753
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.794026
MAD 9.83264
MDL 17.665232
MGA 4579.999662
MKD 56.336805
MMK 3247.960992
MNT 3397.999955
MOP 8.026507
MRU 39.630005
MUR 46.110118
MVR 15.354989
MWK 1738.005795
MXN 19.459799
MYR 4.294503
MZN 63.714974
NAD 17.661076
NGN 1621.890047
NIO 36.801504
NOK 10.773715
NPR 134.689736
NZD 1.643075
OMR 0.38498
PAB 1.002331
PEN 3.73365
PGK 3.929023
PHP 57.25803
PKR 278.385935
PLN 3.92595
PYG 7813.028417
QAR 3.654952
RON 4.549496
RSD 107.00903
RUB 97.000485
RWF 1348.816803
SAR 3.754896
SBD 8.281893
SCR 13.976981
SDG 601.449256
SEK 10.399235
SGD 1.307015
SHP 0.761559
SLE 22.847303
SLL 20969.494858
SOS 572.815268
SRD 31.794008
STD 20697.981008
SVC 8.770166
SYP 2512.529936
SZL 17.657005
THB 33.539733
TJS 10.689737
TMT 3.51
TND 3.077099
TOP 2.3421
TRY 34.250155
TTD 6.794843
TWD 32.259398
TZS 2724.999805
UAH 41.281362
UGX 3683.56108
UYU 41.269058
UZS 12800.000454
VEF 3622552.534434
VES 37.482427
VND 24855
VUV 118.722009
WST 2.797463
XAF 599.556701
XAG 0.032793
XAU 0.000383
XCD 2.70255
XDR 0.745656
XOF 596.514885
XPF 109.007815
YER 250.374972
ZAR 17.63529
ZMK 9001.195399
ZMW 26.485508
ZWL 321.999592
Treinta años después del genocidio, Ruanda sigue exhumando víctimas
Treinta años después del genocidio, Ruanda sigue exhumando víctimas / Foto: © AFP

Treinta años después del genocidio, Ruanda sigue exhumando víctimas

Con palas, azadones y rastrillos, los habitantes de la aldea de Ngoma remueven la tierra, dejando al descubierto cráneos y fragmentos de ropa. Treinta años después del genocidio en Ruanda siguen apareciendo restos de las víctimas de las masacres.

Tamaño del texto:

Un centenar de personas con el rostro cubierto de máscaras higiénicas se afanan en una ladera de Ngoma, al sur del país.

Mientras buscan, los huesos -enteros o en pedazos- emergen de la tierra ocre. Una vez extraídos del suelo, se colocan sobre una lona o se guardan en bolsas de basura.

"Hasta ahora se han descubierto 87 víctimas", afirmó el alcalde adjunto del distrito de Huye, André Kamana, sin poder decir cuánto tiempo durarán las obras.

"A medida que excavamos encontramos nuevas capas que contienen restos".

Ruanda, un país de la región de los Grandes Lagos de África, fue el escenario del último genocidio del siglo XX.

Durante cien días entre abril y julio de 1994, unas 800.000 personas en su mayoría de la minoría tutsi fueron masacradas por instigación del gobierno, dominado por extremistas de la etnia hutu, según cifras de la ONU.

"Durante el genocidio había un control de carretera cercano donde detenían y mataban a los tutsi", relata Goreth Uwonkunda, una habitante de Ngoma que participa en las búsquedas.

"Ésta es claramente una de las fosas comunes donde eran arrojados".

"Los asesinos enterraron a sus víctimas unos sobre otros. Encontramos huesos grandes, algunos intactos, e incluso cráneos enteros", agrega la mujer de 52 años.

- "Secreto de familia" -

La fosa común, cuyo tamaño se desconoce, se encuentra en el solar de una casa que fue demolida para permitir las búsquedas y cinco de sus ocupantes fueron detenidos y están siendo investigados por complicidad con el genocidio y ocultación de pruebas.

"La investigación comenzó en octubre cuando un denunciante informó a las autoridades de que podría haber una fosa común bajo la casa. Sospechamos que quienes vivían en la casa sabían de lo que había debajo, que era un secreto de familia", afirmó Napthali Ahishakiye, presidente de la asociación Ibuka, principal organización de sobrevivientes de Ruanda.

Goreth Uwonkunda no lo puede creer. "Yo conocía a la gente que vivía en esta casa y estoy chocada de saber que dormían tranquilamente encima de cadáveres. Es vergonzoso y chocante".

El hallazgo de restos de víctimas de la masacre de 1994 no es raro en Ruanda. Cada año se desentierran fosas comunes que recuerdan la magnitud del genocidio.

En abril pasado, en el distrito occidental de Rusizi, fueron hallados 350 cadáveres en fosas comunes ubicadas en una plantación propiedad de una parroquia católica.

Tres años después, en abril de 2020, una fosa común con al menos 30.000 cuerpos fue exhumada cerca de una presa cercana a la capital Kigali.

Seis meses más tarde, se encontraron 5.000 cadáveres en el distrito oriental de Gatsibo.

Según Ibuka, los restos de más de 100.000 víctimas fueron encontrados en los últimos cinco años.

Todos los restos son enterrados en sitios conmemorativos.

- Ropa, zapatos -

"Sospechamos que quedan fosas comunes similares por descubrir a lo largo del país", agregó Napthali Ahishakiye.

"El principal problema es que la mayor parte de la información crucial sobre la ubicación de estas fosas comunes está en manos de personas que participaron en las masacres o de familiares de los asesinos y se resisten a revelar la información", explicó.

En Ngoma, Célestin Kambanda observa la búsqueda en espera de una señal reconocible entre los trozos de tela o zapatos enterrados.

Este agricultor de 70 años perdió siete hijos en el genocidio. "Nunca encontré los restos de ninguno de ellos", lamenta.

"Vine a ver si podía reconocer a alguno de mis hijos, tal vez por la ropa que llevaban cuando desaparecieron (...) Espero poder darles un entierro digno".

M.McCoy--TFWP