The Fort Worth Press - La vida terminó en Tikht, un pueblo marroquí arrasado por el terremoto

USD -
AED 3.673042
AFN 67.564729
ALL 90.168501
AMD 386.045025
ANG 1.799991
AOA 912.503981
ARS 973.490388
AUD 1.481262
AWG 1.8005
AZN 1.70397
BAM 1.7862
BBD 2.01653
BDT 119.347915
BGN 1.786093
BHD 0.376547
BIF 2946.344582
BMD 1
BND 1.304534
BOB 6.926344
BRL 5.611804
BSD 0.998767
BTN 83.937714
BWP 13.254487
BYN 3.26846
BYR 19600
BZD 2.013151
CAD 1.37665
CDF 2878.000362
CHF 0.857219
CLF 0.033584
CLP 930.261656
CNY 7.066204
CNH 7.073041
COP 4196.81264
CRC 515.913969
CUC 1
CUP 26.5
CVE 100.703228
CZK 23.126604
DJF 177.843737
DKK 6.821704
DOP 60.1306
DZD 133.10804
EGP 48.517284
ERN 15
ETB 119.598977
EUR 0.91335
FJD 2.220804
FKP 0.765169
GBP 0.765169
GEL 2.71504
GGP 0.765169
GHS 15.95504
GIP 0.765169
GMD 68.503851
GNF 8636.000355
GTQ 7.736966
GYD 209.343102
HKD 7.76988
HNL 24.830388
HRK 6.88903
HTG 131.833342
HUF 366.890388
IDR 15569.15
ILS 3.75883
IMP 0.765169
INR 84.109349
IQD 1309.5
IRR 42102.503816
ISK 136.650386
JEP 0.765169
JMD 158.415547
JOD 0.708504
JPY 149.13904
KES 129.000351
KGS 85.503799
KHR 4065.00035
KMF 449.500188
KPW 900.00035
KRW 1349.320383
KWD 0.30653
KYD 0.833818
KZT 484.459035
LAK 21880.000349
LBP 89550.000349
LKR 292.894577
LRD 192.800015
LSL 17.490381
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.795039
MAD 9.803504
MDL 17.568609
MGA 4580.000347
MKD 56.332677
MMK 2098.000346
MNT 3398.000346
MOP 8.008821
MRU 39.750379
MUR 46.100001
MVR 15.350378
MWK 1736.000345
MXN 19.279335
MYR 4.287504
MZN 63.899993
NAD 17.490377
NGN 1623.670377
NIO 36.830377
NOK 10.696745
NPR 134.551514
NZD 1.636822
OMR 0.384931
PAB 1
PEN 3.754604
PGK 3.93225
PHP 57.229998
PKR 277.750374
PLN 3.922273
PYG 7809.428317
QAR 3.641104
RON 4.548504
RSD 106.938699
RUB 95.676336
RWF 1355
SAR 3.755532
SBD 8.265027
SCR 13.582361
SDG 601.503676
SEK 10.371445
SGD 1.305104
SHP 0.765169
SLE 22.847303
SLL 20969.503664
SOS 571.000338
SRD 31.946504
STD 20697.981008
SVC 8.755724
SYP 2512.53037
SZL 17.490369
THB 33.101968
TJS 10.666441
TMT 3.51
TND 3.071038
TOP 2.360404
TRY 34.281704
TTD 6.791866
TWD 32.144999
TZS 2726.565785
UAH 41.204246
UGX 3677.396831
UYU 41.742342
UZS 12790.000334
VEF 3622552.534434
VES 38.218038
VND 24820.068365
VUV 118.722038
WST 2.803608
XAF 599.424807
XAG 0.031696
XAU 0.000376
XCD 2.70255
XDR 0.744353
XOF 599.424807
XPF 109.047402
YER 250.350066
ZAR 17.409585
ZMK 9001.203587
ZMW 26.440782
ZWL 321.999592
La vida terminó en Tikht, un pueblo marroquí arrasado por el terremoto
La vida terminó en Tikht, un pueblo marroquí arrasado por el terremoto / Foto: © AFP

La vida terminó en Tikht, un pueblo marroquí arrasado por el terremoto

Omar Ait Mbarek hablaba por teléfono con su prometida cuando la tierra empezó a temblar en el pueblo marroquí de Tikht. Escuchó objetos caer al suelo y de repente la línea se cortó. En ese instante supo que la había perdido para siempre.

Tamaño del texto:

"¿Qué quieren que les diga? Estoy devastado", dice el joven de 25 años con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas tras enterrar en Tikht a Mina Ait Bihi, con quien debía casarse dentro de unas semanas.

La aldea situada a pocos kilómetros del epicentro del terremoto en las montañas del Atlas quedó completamente arrasada por el terremoto, el más mortífero de Marruecos en más de 60 años.

Los socorristas tuvieron dificultades para sacar el cuerpo de la joven de entre los escombros del hogar, reducido a polvo después de la sacudida. Junto a ella encontraron su teléfono, con el que hablaba con su prometido segundos antes de morir.

Su cuerpo descansa ahora en un cementerio improvisado, donde han sido enterradas otras 68 personas víctimas del terremoto.

El pueblo, que albergaba a un centenar de familias, es una maraña de restos de restos de madera y albañilería, vajillas rotas, zapatos desparejados y alfombras de intrincados estampados.

"La vida ha terminado aquí", lamenta Mohssin Aksum, un hombre de 33 años con parte de su familia en esta aldea. "El pueblo está muerto".

- Construcción tradicional -

Como la mayoría de municipios más castigados, Tikht era un pueblo con muchas casas construidas con un método tradicional que usa una mezcla de piedra, madera y mortero de adobe.

Decenas de habitantes, familiares de luto y soldados se reunían el domingo en las ruinas.

Varios aseguraron que no recordaban otro terremoto en esa región.

"No es algo en lo que piense la gente de aquí cuando construye sus casas", explica Abdelrahman Edjal, un estudiante de 23 años que perdió a la mayoría de su familia en la catástrofe.

Pero la calidad de los materiales de construcción no es la principal preocupación de este joven sentado en una roca en medio de los escombros, bajo un cielo azul radiante ne medio de las montañas.

Salió a pasear después de la cena y empezó el temblor. Vio a la gente que huía de las casas que se hundían. Sacó a su padre de las ruinas del hogar familiar, pero las heridas eran muy graves y murió junto a él.

La vida cotidiana ya era dura en la región, situada a unas dos horas por carretera de Marrakech y las ofertas de empleo en el sector turístico.

- "Menos que nada" -

Aksum, originario de este pueblo pero ahora residente en Rabat, lamenta que el sismo se llevó lo poco que esta gente poseía.

Se señala la nariz y explica que el olor procede del ganado, la única fuente de riqueza de muchos habitantes, ahora también enterrada bajo los escombros y en proceso de descomposición.

"Ahora la gente tiene menos que nada".

Mientras habla, dos jóvenes con la ropa manchada del polvo de los escombros lloran sentados en unos pedruscos, sin decir una palabra.

En la carretera hacia el pueblo ya se pueden ver tiendas amarillas erigidas como albergues de urgencia.

Miembros de protección civil transportan camillas desde un camión militar hacia las tiendas.

En la región también operan oenegés, que evalúan las necesidades de albergue, comida y agua de los habitantes que se quedaron en pueblos como Tikht.

Muchos aseguran que, todavía conmocionados por las pérdidas y la magnitud de los destrozos, no saben realmente qué hacer en adelante.

Pero Omar Ait Mbarek tiene claro el próximo paso: "Voy a reconstruir mi casa", dice agarrando todavía en su mano el teléfono cubierto de polvo de su difunta prometida.

P.Grant--TFWP