The Fort Worth Press - Pantanos del sur de Irak se secan y una civilización agoniza

USD -
AED 3.67304
AFN 67.744461
ALL 90.408776
AMD 387.056012
ANG 1.804779
AOA 912.512404
ARS 975.588657
AUD 1.484483
AWG 1.8005
AZN 1.700967
BAM 1.790894
BBD 2.021922
BDT 119.661563
BGN 1.78861
BHD 0.377464
BIF 2954.155239
BMD 1
BND 1.307999
BOB 6.944705
BRL 5.612097
BSD 1.001438
BTN 84.157533
BWP 13.289745
BYN 3.277199
BYR 19600
BZD 2.018534
CAD 1.37788
CDF 2877.999856
CHF 0.858503
CLF 0.033714
CLP 930.25997
CNY 7.075988
CNH 7.08242
COP 4196.81
CRC 517.284007
CUC 1
CUP 26.5
CVE 100.970189
CZK 23.165403
DJF 178.319277
DKK 6.82898
DOP 60.29028
DZD 133.288769
EGP 48.620746
ERN 15
ETB 119.917677
EUR 0.91523
FJD 2.220797
FKP 0.765169
GBP 0.76585
GEL 2.715009
GGP 0.765169
GHS 15.977217
GIP 0.765169
GMD 68.491204
GNF 8639.91209
GTQ 7.742952
GYD 209.5041
HKD 7.771235
HNL 24.908428
HRK 6.88903
HTG 131.936559
HUF 367.537977
IDR 15600
ILS 3.759585
IMP 0.765169
INR 84.07845
IQD 1311.820671
IRR 42102.493234
ISK 136.829997
JEP 0.765169
JMD 158.537423
JOD 0.708503
JPY 149.294498
KES 129.170173
KGS 85.504871
KHR 4068.532288
KMF 449.495467
KPW 899.999774
KRW 1356.325005
KWD 0.30653
KYD 0.83447
KZT 484.840715
LAK 21957.986887
LBP 89675.100501
LKR 293.121131
LRD 193.265115
LSL 17.49881
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 4.793824
MAD 9.819835
MDL 17.674261
MGA 4601.458731
MKD 56.415798
MMK 3247.960992
MNT 3398.000028
MOP 8.014871
MRU 39.643789
MUR 46.095312
MVR 15.350111
MWK 1736.466904
MXN 19.304402
MYR 4.297028
MZN 63.904613
NAD 17.498329
NGN 1621.119886
NIO 36.848973
NOK 10.733655
NPR 134.658071
NZD 1.64097
OMR 0.385475
PAB 1.001392
PEN 3.73013
PGK 3.938482
PHP 57.336985
PKR 277.974342
PLN 3.93135
PYG 7815.719348
QAR 3.650706
RON 4.552204
RSD 107.177393
RUB 96.28189
RWF 1348.387658
SAR 3.755301
SBD 8.299327
SCR 13.638607
SDG 601.497429
SEK 10.384601
SGD 1.306315
SHP 0.765169
SLE 22.847303
SLL 20969.496802
SOS 572.320738
SRD 31.946498
STD 20697.981008
SVC 8.762259
SYP 2512.530268
SZL 17.492869
THB 33.189535
TJS 10.67445
TMT 3.51
TND 3.082621
TOP 2.342103
TRY 34.281403
TTD 6.797183
TWD 32.185099
TZS 2721.494036
UAH 41.235938
UGX 3680.217571
UYU 41.874222
UZS 12785.810433
VEF 3622552.534434
VES 38.836852
VND 24845
VUV 118.722039
WST 2.801184
XAF 600.668471
XAG 0.032042
XAU 0.000377
XCD 2.70255
XDR 0.744933
XOF 600.676721
XPF 109.205454
YER 250.350015
ZAR 17.4649
ZMK 9001.258187
ZMW 26.461727
ZWL 321.999592
Pantanos del sur de Irak se secan y una civilización agoniza
Pantanos del sur de Irak se secan y una civilización agoniza / Foto: © AFP

Pantanos del sur de Irak se secan y una civilización agoniza

Mohamed Hamid Nur añora el tiempo en que poseía un centenar de búfalos de agua. Desde entonces, las marismas mesopotámicas del sur de Irak se secaron y su rebaño fue diezmado.

Tamaño del texto:

Desde el cielo, basta una mirada para captar en toda su amplitud el drama del pantano central de Chibayish. Solo quedan unos pocos charcos, conectados por filamentos de agua que serpentean a través de las cañas.

Al retirarse el agua, apareció una tierra apergaminada, repleta de estrías. Por cuarto año consecutivo, la sequía abruma estos pantanos y mata a búfalos y búfalas, con cuya leche se elabora el "geymar", una crema grumosa muy apreciada por los iraquíes.

Mohamed Hamid Nur, de 23 años, con una kufiya en la cabeza, contempla el desastre bajo un cielo azul. "¡Imploro Tu misericordia, Dios mío!", clama.

En pocos meses perdió tres cuartos de sus animales, muertos o vendidos antes de morir. A medida que los pantanos se secan, la salinidad del agua aumenta y cuando es demasiado alta mata a los bovinos.

"Si la sequía continúa y el gobierno no nos ayuda, los demás también morirán", subraya el joven, sin otra fuente de ingresos.

Las marismas de Mesopotamia, humedales repartidos en Chibayish, Hawizeh y Al Hamar -declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco-, se extinguen. Y con ellos la civilización de los "maadan", cazadores-pescadores instalados aquí desde hace 5.000 años.

El área de las tres zonas cenagosas se redujo de 20.000 km2 a principios de los años 1990 a menos de 4.000 km2, según las últimas estimaciones.

Y solo quedan unos pocos miles de "maadan" en el lugar.

El aumento de la temperatura y la sequía de los últimos cuatro años terminaron de asolar una región ya afectada por las presas construidas en las últimas décadas en los países vecinos aguas arriba del Tigris y el Éufrates y a una ancestral pero mala gestión del agua, según los expertos.

- 50º C -

A finales de junio, cuando la AFP recorrió el pantano central de Chibayish, el termómetro marcaba 35º C al amanecer y durante el día llegaba a 50º.

La ONU incluye a Irak entre los cinco países más impactados por ciertos efectos del cambio climático. Las precipitaciones son escasas y para 2050 la temperatura media anual debería aumentar 2,5º C respecto a la era preindustrial, según el Banco Mundial.

El nivel de la marisma central y del Éufrates, su principal fuente de agua, "baja medio centímetro por día", constata Jasim al Asadi, ingeniero de 66 años, un infatigable defensor de los pantanos de la ONG Nature Irak.

"En uno o dos meses, las temperaturas serán muy altas y la evaporación del agua aún peor", afirma.

Mohamed Hamid Nur se instaló con sus búfalos en una parcela de donde acaba de retirarse el agua. Para abrevarlos, debe ir en piragua a llenar cisternas en un punto de mayor profundidad, menos salino.

En su antebrazo lleva un tatuaje de "zulfikar", la espada del imán Alí, fundador del islam chiita, para la "baraka", la "bendición", explica sonriendo.

Hace treinta años, los cenagales ya se habían secado, pero por orden del dictador Sadam Husein, que castigó de ese modo el levantamiento chiita posterior a la primera Guerra del Golfo, en 1991.

En pocos meses, más del 90% de las marismas se transformaron en "desierto", recuerda Jasim al Asadi. La mayoría de los 250.000 habitantes "abandonaron la región para ir a otros lugares en Irak, e incluso a Suecia o Estados Unidos", añade.

Tras la caída de Sadam durante la invasión estadounidense en 2003, las marismas volvieron a rebosar gracias a la destrucción de los diques y canales que habían servido para desecarlos artificialmente.

Las piraguas volvieron a navegar por pasadizos de agua bordeados de cañas y de islotes habitados por los "maadan", que regresaron a sus hogares.

Pero veinte años más tarde, a medida que se avanza en piragua, el nivel del agua disminuye inexorablemente.

- Derroche -

"En Irak, el nivel del Éufrates bajó aproximadamente un 50% desde los años setenta", señala Ali al Quraishi, experto de los pantanos y miembro de la Universidad Técnica de Bagdad.

Según este especialista, las "principales" razones se encuentran aguas arriba, en los países vecinos. Turquía -donde nacen el Tigris y el Éufrates-, Siria e Irán construyeron numerosas presas en ambos ríos y en sus afluentes.

"Los turcos construyeron más presas para satisfacer la demanda de su agricultura. A medida que aumenta la población, aumenta la demanda de agua para uso doméstico y de riego", explica.

El tema del agua sigue alimentando las tensiones entre los dos países.

Irak exige que Ankara libere más agua de sus diques.

El embajador de Turquía en Bagdad, Alí Riza Güney, provocó una ola indignación en julio de 2022 al acusar a los iraquíes de "derrochar el agua".

En la crítica del diplomático turco hay sin embargo una parte de verdad.

Según los científicos, la gestión de los recursos hídricos en Irak dista de ser ideal.

Desde los tiempos de los sumerios y los acadianos, los agricultores de esta región del mundo recurren al riego por inundación, considerado generalmente como un enorme desperdicio.

Pero incluso para la agricultura, el agua es escasa y las autoridades han reducido drásticamente los cultivos.

La prioridad ahora es satisfacer las necesidades de agua potable de los 42 millones de habitantes del país.

El presidente iraquí, Abdel Latif Rachid, aseguró en una entrevista con la BBC a fines de junio que su gobierno había tomado "medidas significativas para mejorar el sistema hídrico e iniciado un diálogo con los países vecinos", sin entrar en detalles.

- Metales pesados -

Al adentrarse en el la marisma central, la piragua está a punto de quedar atascada, por falta de agua.

La costa es una tierra desértica de donde el agua se retiró "hace dos meses", explica Yusef Mutlaq, un ganadero de 20 años, protegiéndose el rostro del sol y del polvo con un pañuelo.

Hasta hace poco había allí una decena de "mudhifs", tradicionales casas de juncos. "Se veía mucho ganado, pero cuando el agua empezó a desaparecer, la gente se fue", detalla.

A la salinidad se añade la contaminación.

Pesticidas, alcantarillados y residuos de fábricas u hospitales vertidos en el Éufrates -a lo largo de las ciudades que atraviesa- son factores de degradación, explica Nadher Faza, profesor de la Universidad de Bagdad y especialista en el cambio climático en Irak.

Los contaminantes "terminan su curso" en el pantano central, indica.

"Hemos analizado la calidad del agua y encontramos muchos contaminantes, como metales pesados", causantes de enfermedades, informa el científico.

La pesca desaparece lentamente. Donde antaño desovaba el "binni", pez preferido de los iraquíes, solo quedan pequeños peces no aptos para el consumo.

- Regresar a los pantanos -

Al no poder actuar sobre sus causas, algunos tratan de atenuar las consecuencias de la sequía.

La ONG francesa Agrónomos y Veterinarios sin Fronteras (AVSF), apoyada por la diplomacia francesa, lleva a cabo misiones de apoyo a pescadores y ganaderos.

Los veterinarios franceses se dirigen a las ganaderías situadas a orillas del pantano central para formar a sus colegas iraquíes en técnicas de diagnóstico de vacas y búfalos, que sufren patologías relacionadas con el agua.

"El verano pasado distribuimos agua potable para abastecer a los animales y a los seres humanos en los pantanos", cuenta Hervé Petit, veterinario y experto en desarrollo rural de AVSF.

Debido a la escasez de agua y cañas, muchos ganaderos se ven obligados a "vender el mayor número posible de animales a un precio irrisorio", continúa.

Sin embargo, las iniciativas de la sociedad civil son escasas.

El ingeniero Jasim al Asadi trata de alertar a los poderes públicos sobre la situación de las marismas. Una tarea complicada por la politización del asunto.

En el ministerio de Recursos Hídricos, un portavoz Jaled Chemal afirma que se "está trabajando duro" para restaurar los humedales.

Pero en materia de abastecimiento, el agua potable, para uso doméstico y para la agricultura tienen prioridad.

Muchos árabes de los pantanos se ven obligados entonces a migrar a las ciudades, donde suelen ser tratados como parias.

En agosto de 2022, la oficina iraquí de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hablaba de un "éxodo de población", sobre todo hacia Basora y Bagdad.

Walid Jdeir, de 30 años, abandonó los pantanos con su esposa y sus seis hijos "hace cuatro o cinco meses" para instalarse a pocos kilómetros, en una casa de piedra en la ciudad de Chibayish, en una zona de confluencia de los pantanos.

"Fue difícil. Nuestras vidas estaban allí, como la de nuestros abuelos antes que nosotros. Pero ¿qué hacer? Ya no hay vida" en los humedales, lamenta.

Hoy, el ganadero quiere engordar búfalos para revenderlos.

Pero se ve obligado a comprar a precios exorbitantes el forraje que sus animales encontraban en los pantanos.

"Si el agua vuelve, regresaremos a los pantanos. Nuestra vida está allí", recalca.

H.M.Hernandez--TFWP